Barcelona


El puente pasado, yo y varios de mis camaradas más allegados tuvimos la brillante idea de marchar para Barcelona (barna para los snobs) en un alarde de sabiduria. La aventura comenzó el viernes 27 de Abril, haciendo la maleta a toda prisa y poniendome en un estado un poco ansioso por las futuribles nuevas experiencias. Pero esto pronto dió paso a un a sensación de aventura y diversión, que fue aderezada con los geniales chistes de Eugenio y las viejas glorias (Serrat, Nino Bravo) en el radio-cassette (o seria cd?). Una vez pasado en chaparrón de Zaragoza, pronto llegamos a la que seria nuestra 'guarida del reposo' en Santa Coloma de Gramanet (a pocas paradas en metro del centro de Barcelona). Cual es nuestra sorpresa que al llegar a la pensión, sita en la calle Justo y nomenclada 'Pensión San Justo' (dedujimos que el señor se llamaba Justo y le deberiamos abonar el importe justo), nos explica que una de las habitaciones si se encuentra en ese edificio (!). Con lo que dedujimos nosotros solitos que la otra habitación, la de tres, estaba y en otro. Y no fallamos. Tras una travesia por unos tétricos pasillos, dimos a la calle posterior del edificio, y nos topamos con que nuestra habitación estaba dotada, en principio, con una verja con abertura horizontal, como la de cualquier comercio. Qué peligro! Una vez dentro, pudimos observar que la habitación no era de tres camas, sino de seis! En fin, más comodidad, pensamos. No estaba ni tan mal la pensioncita, al fin y al cabo solo la usariamos como dormitorio. A todo esto nos entro gula, despues de un largo viaje y un extraño comienzo en tierras catalanas. Asi que, dispuestos a encontrar algún garito más bien económico, finalmente acabamos en un agradable, fresco y bienoliente Kebabb (!). Al fin y al cabo nos pusieron bien de cenar. Tras esta demostración de que el hombre sin comer no podria vivir, nos dispusimos a tomar un algo en un bar/pub de alrededores. Pronto topamos con él, y es lo que hicimos, tomar un algo. Poco a poco y en nuestro subconsciente silenciado, todos nos dimos cuenta de que Santa Coloma era un distrito más bien multicultural donde no se hayaba lo más granado de la sociedad. Turcos, colombianos, negratas (con todo mi respeto, por supuestisimo) y demás realeza. Pero por el dia cambia, lo prometo. Y puesto fin al largo trago del bar/pub, caimos rendidos en nuestros lechos cual espartano tras larga batalla.

Dia #1: 28 Abril, Sábado

Madrugón. A las 7.30 arriba. Mal dormir. Pesadillas, gnomos diminutos en mi cabeza martilleando mi cerebelo. En fin. Duchita, vestirse (esto es importante) y a la aventura. Primero el metro. Un metro grandisimo con millones de lineas, y muy caloroso, por cierto. La tecnologia de la ventilación todavia no llegó a las tierras subterraneas barcelonesas. Directos a Plaza Catalunya (perdón por mi indigno catalá), centro de todo el mogollón. Un edor a ciudad cultural, una cupula santa de bienestar me envuelve (a mi al menos). Rumbo a las Ramblas, previo paso por la oficina de turismo para abastecernos de mapas (es lo que tiene no conocer la ciudad en primera instancia). Ramblas, clisol de cultura callejera, donde mimos y similares se ganan el pan haciendo verdaderas obras de arte. Algunos muy serios, otros ingeniosos y otros muy divertidos y creativos. Realmente este hecho me amplió las miras, me produjo una sensación de bienestar social y mental. Que todo quepa en una simple calle. Artistas, floristas, caricaturistas y un sinfin de individu@s que, de un modo u otro, quieren expresar a su manera con los ojos que ven la vida. Y hablando de vida, esta rezumaba en el Mercado de la Boqueria, perpendicular a las Ramblas, con un colorido inusual y desprendedor de una vida llena de energia y sabor. Tanto es asi, que por capricho, nos tomamos un granizado natural de zumos de papaya, platano, fresa y demas frutas. Riquisimo y refrescante, dado el calor de justicia que nos asolaba. 'No woman, don't cry' aderezaba nuestros martillos y un grupito de malabaristas danzarines nuestras retinas. Bonito comienzo, que me digo yo. De camino nos tocaba el Museo de Cera (o Wax Museum). 7.50 € la entrada (como buenos catalanes), pero ante todo bien pagada. Ahora ya sé porque se situan algunas peliculas en este contexto. Da un miedo innato. Las figuras parecen reales como la vida misma (si es que esta es real) y dan un yu-yu que para que contarlo. Ademas, su ambientación estaba muy lograda, asi como sus personajes alli representados. Tan dispares como Einstein, Franco, Hitler, Rommel (delicias!), Gaudi, Dali y un largo etceterá. Genial. Recomendado 100 %. Y al ladito, un pub sin igual, llamado 'El bosque de las hadas', y por qué, os preguntareis. Pues porque esta ambientado en un dulce bosquecillo de hadas y duendecillos, con riachuelillos y cataratitas, puentes que los cruzan, arboles gigantes con florecitas y unas banquetitas dignas de los gnomos. Recomendado 100 %. Despues nos acercamos al Barrio Gótico. Qué decir. Muy gótico, vaya. bonito, si, pero sin alardes. Aqui, un apunte: a la catedral (en obras, por cierto) no se podia entrar ni con pantalón corto, ni minifalda, ni gorra, ni gafas de sol. No vaya a ser que ofendamos al señor. Ver para creer. Y además 5 € que costaba la entrada. Indignación vaya. Pero en fin. A continuación comimos un menu del dia, no del todo apetitoso, pero economico y llenador (!). Despues vimos el parque del Arco del Triunfo, una especie de réplica del de Paris (algo mas pequeño) pero al estilo Gaudi (ya me entendeis). Atabiado con unos grandes jardines, nos topamos con una parejita en plenos ejercicios manuales (ella) y en plan disfrutense (él). Vaya calentón! Y encima un voyeur al ladito sacandoles fotografias (lo fotografiamos, ya pondré la foto). Que bonito es el cosmopolitismo, que te permite regodearte en actos sexuales públicos. Yupi! Despues de este affair, fuimos a un gran parque del que he olvidado el nombre, pero muy bonito que era él. Con una mamut gigante (con foto) y unas grandes tullerias muy potitas. Alli me encontré un poco mal, a decir verdad, no se si por la mezcla de calor y comida, o cansancio y lo anterior sumado, el caso es que lo pasé un poco mal, pero al rato se me pasó, gracias a Dios. El zoo estaba alli, pero costaba 15 €, asi que nos abstuvimos de entrar, por su prohibitivo precio. Despues vimos el mar y a Colón, que realmente, y a mi parecer, no apunta a América. Qué cosas. Pero muy impresionante, eso si. Y la brisa del Mediterraneo era un dulce abrazo en nuestras caras. Tras esto, y tras varios trasbordos de Metro, llegamos al Barrio de Gracia, más muerto que Mussolini. nada recomendable, en ninguno de sus aspectos. Tras un intento de subir al parque Güell, desistimos, con ya un cansancio bastante pronunciado. Retornamos a nuestra guarida a tomar una siesta y reponer fuerzas para la que seria la noche de juerga padre. Aderezados y descansados ya, nos dirigimos finalmente a la sala Razzmatazz, archiconocida donde las haya. Primero, una cola donde esperar la entrada, despues, pagar 15 € de entrada (con consumición) y al lio. No se podia fumar en según qué lugares (habia 4 salas bien diferenciadas por su temática musical), pero la verdad es que el ambiente era genial, al igual que la banda sonora. 7.5 € el cubata (ouch!), y aún asi ingentes colas para pedir. Tras unas horas de bailoteo y bebercio, decidimos abandonar el local, y ete aqui, que fuera (que visión comercial) habia una chavalcas vendiendo...bocatas de Nocilla! Y que rico que estaba. Despues rumbo a la madriguera y a mimir. Mal, pero mimir.

Dia #2: 29 Abril, Domingo

Un dia sin madrugar (11.30 h) y con una resaca al cuadrado, nos dispusimos a visitar un par de cosas, por aquello del resacón correspondiente. Visitamos el Parque Güell, diseñado por Gaudi. Caracterizado por un sinfin de conjunción de colores en pequeñas baldositas, el parque es muy grande, y muy bonito. Pero estaba abarrotado. Asi se disfrutan menos las cosas, pero aún en esas circunstancias la cultura te edulcora la vista y no se le puede negar su belleza. Ay, esos bancos corridos con formar especiales...Y la iguana de colores, eso que no se nos olvide. Espectacular.

Despues nos dirigimos al Tibidabo (en coche, esta vez). Lo estacionamos (mal) y subimos en funicular. Arriba, una vista espectacular de toda la urbe. Impresionante. Tambien habia como una especie de catedral, imponente por fuera, más bien sosa por dentro. Y los tiovivos, montañas rusas y demas atracciones, alli, en lo alto, retando a la naturaleza. Al bajar...sorpresa! El coche habia desaparecido! Ay los mossos...Vaya faena. Llamar a Tidós, al parque de gruas, coger dos buses y recoger el coche. 200 € la broma. Cosas que pasan. Ya contribuimos al ayuntamiento barcelones, ya. Y tras esto a casita (Santa Coloma), cenita ligera y al catre.

Dia #3: 30 Abril, Lunes

Un despertar a las 10.30 h. con relax. Con mucho mejor cuerpo que el dia anterior, nos disponiamos a ver todo lo que nos restaba, ya que este era el último dia de estancia en la ciudad condal. Metro y Sagrada Familia. Imponente. Se nota la parte que se esta haciendo y la que es más antigua de una forma muy clara. La parte posterior es la que se lleva la palma. Preciosa hasta decir basta. Basta! Tambien he de decir que habia como un trillón de personas, sobre todo italianos y franceses. Multicultura, ya sabeis. Pero un peñazo. Por cierto, el sol de justicia hizo acto de presencia, como los dos dias anteriores. Despues de un vistazo a la gran obra, nos dirigimos al Paseo de Gracia, donde se situan La Pedrera y la Casa Batlló, ambas diseñadas por Gaudi (la primera seguro). Ambas con una cola impresionante, decidimos mandarlas al carajo para verlas por dentro, que además habia que pasar por caja, que demonios. Las vimos por fuera, muy bonitas, y listos. Eso si, nos topamos con una exposicion de La Música y el III Reich, y uno, como fan deboto de todo lo relacionado con la IIª GM, entré (y mis compañeros de viaje). Unos documentos impresionantes, con videos incluidos de la época. Muy interesante. Tras esto, fuimos a pie de nuevo a Las Ramblas y al Paseo Maritimo. Intentamos coger un teleférico que lleva al medio del mar, pero estaba cerrado ya. Con lo que nos decidimos por visitar el Nou Camp. Metro que te crio y prestos para ver el campo. Estaba cerrada la visita guiada, con lo que tuvimos que conformarnos con verlo por fuera, al igual que el Palau Sant Jordi. El unico campo de fútbol que he visto que esta verjado (!) por fuera. En fin, y tras esto, a cenar al Pizza Hut, que tras la broma de la multa, habia que ahorrar bote. Bonita comida. De vuelta a nuestra morada, celebramos nuestra despedida con un par de cubalibres reposando en nuestro cuartito, y a la camita.

Dia #4: 1 Mayo, Martes

Un despertar muy bueno. El primer dia que dormi de seguido. Seria el cansancio. Hacer la maleta y salir para los Bilbaos. Llovia a cantaros, que suerte! Al disponernos a desayunar, como las otras veces, unos churritos con chocolate, nos topamos con el recinto cerrado. Asi que salimos sin más.

Paramos en un área de servicio a desayunar y listos para el viaje. Más chistes de Eugenio y jugar al tremendamente divertido 'Peliculas que...!'. Se nos hizo cortisimo llegar a Villafranca de Ebro, un pueblito cerca de Zaragoza, para comer, aparte de ver la especie de iglesia bizantina que alli se asentaba. Comimos un plato del dia delicioso y baratisimo. Vaya con los mañicos! Y para Bilbao. Ya aqui, una sensación de nostalgia me invadió. Lastima no estar más tiempo.

Quizá en un futuro Barcelona sea mi casa, hasta entonces, seguiremos informando.

Gracias

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