Oniricidad Perflua

Hace unos dias, mientras deanbulaba por una calle poco transitada, una señorita me ofrecio un pequeño obsequio. Se trataba de una entrada de cine donde venia reflejada el titulo de la pelicula (que me reservaré por el momento). Sin intercambiar palabra con la mujer, me dirigí a la dirección del cine. Al llegar, me resultó encantador. Se trataba de un antiguo cine, donde el titulo de la pelicula se podia leer en grandes neones de colores vistosos. Su parte exterior rezumaba un edor muy vintage, algo asi como sentirte sumido en un sueño donde todo es del siglo pasado.

-Le esperabamos, señor - Me espetó la dulce taquillera.

Aún no comprendia nada. Me dispuse a entrar, cuando repentinamente me topé con el picador de entradas. Me quedé petrificado. Resulta que era yo mismo. O un gemelo muy gemelo. O puede que un clon. O un señor con una replica perfecta en latez de mi faz. Quién sabe.

Disfrutala, colega - Me dije (o dijo) a mi mismo.

Entré. Parecia como si me deslizase por el gran pasillo que llevaba al gran patio de butacas. A lo largo de dicho pasillo, habia carteles. Carteles de cine con el titulo en plan 50's y la cara de much@s de mis amig@s. Me senté. Al cabo de un rato me percaté de que era el único espectador de la sala. No hubo trailers.

Apareció el icono de la Paramount, ese gran monte blanco. Pero tenia un pequeño detalle que no encajé hasta mucho tiempo despues: Una pequeña banderita en su risco mayor donde se podia leer con una clarividencia absoluta 'Soñé, soñé y hasta la cima llegué'.

Acto seguido empezó la pelicula. Al principio todo parecia talla XXL. Las mesas, las sillas, las personas. Entre ellas distinguí a mi abuela, mucho más joven que ahora. Era curioso ver como subir a un sofá se convertia en una odisea para el protagonista de la función. A su vez, resultaba hasta gracioso. Acto seguido y durante unos minutos, se podia leer en la pantalla 'Missing Reels'. Hasta que surgió una vieja pantalla de televisión donde se podia ver a Miliki junto a su hija, Rita Irasema, acompañado de unas risitas aniñadas, de tal forma que te envolvian por completo. De nuevo la pantalla a negro. Esta vez durante mucho más tiempo. Pese a que la entrada me resulto gratuita, subí a la sala de proyección. 'Hagala funcionar!', le espeté al proyector (humano). El tipo se parecia mucho a mi, pero a su vez me parecio una versión ancianada de mi mismo. Me volvió a descolocar. Ni me respondió. Solo me invitó a volver a mi asiento tendiendo su mano hacia el patio de butacas. Volví rápidamente. Sobre el fondo negro aparecierón dos rombos blancos en la parte superior derecha de la pantalla. Las siguientes imagenes no las narrraré aqui. Su contenido no es el más idoneo para vosotros, ávidos lectores de relatos porno. Pero no por eso dejé de mirar la pantalla. No salia de mi asombro.

Las escenas de rombos no durarón más de dos minutos en mi cabeza, treinta en vivo. Acto seguido, y sin encenderse las luces del viejo cine, la pantalla mostraba simpremente una nube y una estrella. Una estrella cercana a la Luna. Nadá más. Ni nada menos. Poco despues los titulos de crédito revelaban que el único autor acreditado era yo. Director, montador, protagonista...Todo, todo. Amazingirico me quedé.

Mientras me atoraba en mis transgénicos pensamientos, percibi un dulce soplo en mi nuca. Me giré. Vi unicamente una figura. Femenina, me pareció intuir. Yo aún llevaba la entrada en la mano y la figura, siniestra a la vez que seductora y enigmática, me señalo con sus manos y sus ojos que leyera lo que ponia en dicha entrada. Bajé el mentón y lei la inscripción a la que hacia referencia aquel/la individu@:'Seize the Day'.